jueves, 21 de febrero de 2013

Las Líneas de la Mano

En ocasiones siento que sino tengo nada que escribir, no merece la pena escribir, porque no tengo nada que decir, pero hasta estos días, creo que tienen algo. Replantearme algunos momentos y algunas situaciones de éstos últimos días, creo que deberían hacerme pensar cuales son mis prioridades y en que debo de invertir ese tiempo del que dispongo. Tan solo, es estar solo.

A veces, miro mis manos, que reflejan los años que van pasando para ellas, no solo en la aspereza del dorso, sino al darles la vuelta, aprecio las líneas que la surcan, unas llegan más lejos y otras menos, como alguna de mis esperanzas. Si continúo bajando, me encuentro con mi palabra, esa que debe recordarme que debo de ser yo mismo cada segundo, intentado discernir entre lo que pienso y lo que digo, entre lo que soy y lo que debo ser, entre lo que quiero y lo que me hago querer.

Creo que crecer consiste en discernir la importancia de los hechos, el andar rápido cuando es necesario y correr despacio cuando sea preciso. Situaciones que se van presentando antes o después o que no llegan a ocurrir nunca y que nos colocan en una línea de la etapa de la madurez, una posición en dicha línea no está determinada por lo que querramos avanzar, sino por lo que la vida quiera que avancemos.

jueves, 14 de febrero de 2013

San Forever Alone


Estoy seguro que hoy, muchos de mis amigos estaban pensando algo parecido a lo que yo tenía en la cabeza, este sentimiento de adherencia y rechazo hacía este famoso día, el cual tantas opiniones es capaz de generar, con tan solo planear sobre el calendario.
Me lo pasé bien, creo que esa fue la conclusión, de cómo cambiaba la cara de cada persona al mencionarlo, de como hacía una mueca de indiferencia cuando deseaba Feliz San Valentín.
Cada uno hacía acopio de  diferentes excusas para justificarse porque este día no era importante, repetir una y otra vez que no se celebra una vez al año, sino todos los días y que hoy por llevarle la contraria a todos los borregos que lo celebraban, pues no iban a hacer nada especial; sin embargo sí que mañana seguirá siendo igual y no habrá ninguna excusa para demostrarse amor y por eso se dejará pasar al día siguiente y así, apuesto a que ocurre a menudo.
Sin embargo darse la vuelta y descubrir unos ojos que te observan, una mirada que te hipnotiza, una sonrisa que te atrapa y un pensamiento que te anula, es algo que si puedes hacer hoy, que si puedes demostrar aunque sea de ovejas de rebaño, por un día merece la pena dejarse llevar, porque no perjudicas a nadie, tan solo a ti mismo, por prohibirte celebrarlo un día más.