viernes, 4 de julio de 2014

Inspira-Respira-Espira

Bocanada de aire----------Pensamiento
---Pensamiento---------Palabra
---Palabra------Silencio

Ruido en la cabeza, no me deja escuchar, vuelta al aire... otra palabra, choca con la anterior: Explosión y algarabía.
Follón, 5 minutos a la nada y la nada responde con más silencio.
-Instrucciones: libro inútil que no sirve de nada.
-Actuación: dícese del modo de hacer con el cual nunca sabrás si acertaste.
-Sueño: lo que yo tengo y mi gato también cada 2 minutos.
-Escribir: manera de no pegar a la gente

Respiro y dejo de pensar; pienso y dejo de respirar, demasiado inútil para poder hacerlo, demasiado cabezón para dejar de intentar  de intentarlo.
Una sonrisa en la esquina, una adiós en un sueño y un saludo allí donde las presentaciones.

Capaz de ver allí donde estamos ciegos, y capaz de ocultar el sol cuando quiero... y adentrarme en la noche.
No tengo la respuesta a la pregunta que me hice, pero si a la que me formulaste.

Volumen--música---silencio mental---infarto a los problemas y reanimación a las soluciones.

Mira para que te muestren, no muestres para que te miren.
Autoridad moral... allá voy.

jueves, 3 de julio de 2014

MIENTRAS PASO PÁGINA


           Se acercan corriendo, chocando contra ellos mismos, contra los demás  y contigo mismo, siguen tus pasos o van en contra de ellos. 

           Caminas despacio, luchando contra el impulso de seguir a la multitud y su necesidad de salir corriendo.  A diferencia de algunos,  llevo mis cascos y voy escuchando La música, llevo mi libro y voy leyendo mientras subo las escaleras …… pensando, mejor… voy sintiéndome parte de esa multitud, unido por algo invisible y a la vez, ni de lejos se asemeja a ese sentimiento de rebaño del cual todos quieren hacerse partícipes.

           Mientras paso la página, escucho que el silbido que suena detrás de mí, justifica la marcha acelerada de los que vienen en dirección contraria, incluso, justifica porqué aquel casi tropieza y se deja los dientes en el suelo ¿seguro que merece la pena? ¿correr por no esperar?.
            Conozco el camino de memoria, recorrido durante días, sabiendo donde está cada escalón, cada giro y cada flecha que indica la dirección, por eso me puedo permitir pasar de un párrafo a otro, sin tan siquiera mirar la expresión de quienes me rodean, pero siento curiosidad por los rostros que hay a mi alrededor, al fin y al cabo, el camino es igual para todas las personas, lo único que cambia son aquellos que te encuentras mientras lo recorres.

            El niño que va con sus amigos, mientras bromean y comentan las jugadas del día, los periplos del instituto y conforme avanzamos, se bajan uno a uno en cada parada y donde había 7 personas, ahora solo quedan dos y como en la vida misma, tan solo perduran los que aguantan todo el trayecto, da igual lo largo que éste sea.

            Me detengo porque tengo que leer de nuevo la página que acabo de pasar, pensando que había comprendido de que iba, me equivoqué y vuelvo a releer, ahora significa algo diferente, ¿cómo no lo he podido entender antes?.

            Ahora cuando por  fin supe  lo que quería decir, miro delante de mí, una pareja conduciendo un carrito mientras bajan las escaleras mecánicas, con dificultades pero consiguen llegar arriba hasta el próximo transbordo, ellos quedan atrás, mientras yo, cansado de leer lo que deberían ser las cosas, pruebo el contacto con el mundo exterior, ha llegado el momento de salir al aire libre, siento el frío al encontrar la puerta de salida y veo al final, esas escaleras de piedra que cuesta tanto subir al final del camino y a mi lado, una señora, con dificultades para caminar y ahí es donde todo acaba, etapas tras etapa, repitiendo el mismo recorrido, encontrándonos con diferentes personas en distintos estadios de sus propias vidas, podemos no sentirnos parte de ello o aprender de lo que fuimos y nos espera y de esa manera anticiparnos.