El ser humano tiena la capacidad de la perspectiva, que hace posible vislumbrar el pasado desde un horizonte lejano de donde nos encotramos situados ahora mismo y ser conscientes de lo pasado y de lo que está por pasar.
Siempre se detectan los puntos de inflexión cuando estos ocurren en tu vida, aunque suelen ser advertidos antes por los que te rodean que por ti mismo, tú solo sientes que estás haciendo lo que debes en un momento determinado, dejándote llevar y actuando conforme a lo preciso, pero no eres consciente de que tu manera de obrar no se corresponde con el patrón de respuesta al cual están acostumbrados los demás y comienzas a experimentar los cambios rápidamente, asumiendo con seguridad lo que estas haciendo y como antes no habias sido consciente de esta otra fórmula.
He pasado miedo, una de los miedos más feroces a los cuales me enfrente y del cual no sabría si sería capaz de poder escapar, el temor a temer lo que se desconoce, pero también experimente el sentimiento más precioso que existe, el amor. Tengo la suerte de saber lo que es querer por tenerte aquí a mi lado, porque dimos pasos que jamás pensé que estarían hechos para mi y que con la mayor de las sensilleces fuimos capaces de afrontar sin dificultad.
Porque desde hace mucho tiempo no siento la soledad de mi propio interior, sino que confio en ti plenamente; me dejé llevar y me relajé por primera vez, sabiendo que si caígo hacia atrás me cogerás y que te adelantarás a mis pensamientos, incluso antes de estos suceder.
