viernes, 25 de octubre de 2013

LA ÚLTIMA PUERTA

La opresión que siente un corazón aplastado,
tener la oportunidad de mirar a través de los ojos del tiempo,
asomarse a la última puerta que nos encontraremos en este laberinto,
y poder adivinar lo que nos puede deparar la vida+ si continuamos abriendo las puertas equivocadas y manteniendo cerradas siempre las mismas, por miedo, a que habrá detrás.

Hechos que quedarán grabados como una cicatriz o momentos del día a día que desaparecen como el rocío cuando sale el sol en tú vida a la mañana siguiente; es complejo discernir cuales son aquellos que nos desgarran por dentro y los que recordaremos con nostalgia, lo que si ten por seguro, que cada cicatríz o gota de rocío, cuenta lo mismo en tu vida.

Asociar el paso del tiempo con lo aprendido, siempre me negué a reconocer que es una relación directa, que tan solo te asegura estar preparado para tomar la decisión correcta después de abrir muchas puertas.
No se cual es el secreto que esconde la vida para mi y todos aquellos que conozco, pero no quiero seguir buscando, quisiera detener los días, parar la lluvía mientras cae, congelar la sonrisa de tu cara para que dure eternamente, en definitivamente no soñar con mañana.

Hay días que solo escuchas la música como un ligero susurro, sonando muy lejos de tí, algo que no tiene que ver nada contigo, a pesar de ser tú, quien le diste al botón del play, aún así no es suficiente, a pesar de que sea tu canción favorita, sigue sin ser suficiente. No consiste en acercarte más al altavoz, sino en querer escuchar lo que significa la letra.

Al final del día, imagina que existe una fuerza oculta dentro de tí,
una cápsula de reserva que no sabías que estaba ahí, y que está repleta de los buenos momentos de esas 24 horas, de las sonrisas que arrancaste a los que te rodean, de los abrazos que te hacen cerrar los ojos y saber que todo puede ir mal y aún así, seguir ahí de pie, seguir luchando, seguir esperando al final, que se rompa esa píldora mágica que nos hará tener la fuerza necesaria para girar el pomo de la última puerta sin miedo, de lo que se esconde detrás de ella, estándo completamente convencidos de que nunca vamos a estar preparados para lo inesperado, pero que aún así, saldremos adelante.


domingo, 20 de octubre de 2013

EL PASO DEL TIEMPO

Día a día todo va cambiando y va adquiriendo una forma diferente, pero no lo percibimos hasta que el cambio es demasiado radical, porque todavía eres capaz de ver en ellos, todo aquello que te cautivó, todo aquello que te llamó la atención, pero que ahora, es tan solo un recuerdo y son otras sensaciones diferentes las que están ahí pero que te siguen conectando con lo anterior y con lo nuevo.

Me enseñaron muchas cosas, pero si de ellas he de resaltar una: el hacer lo que crees que tienes que hacer sin más en cada momento, da igual lo que eso implique, es una de las decisiones por las que nunca tendrás nada que reprocharte, porque habrás actuado de la forma correcta para la persona más importente, tú mismo, aunque el mundo te diga lo contrario, algo muy dentro de ti, está tranquilo, no despierta esa sensación de culpabilidad.
Creo que la culpabilidad puede ser como el umbral del dolor, cada persona tiene una diferente y por desgracia se puede influir poco sobre ella, pero uno tiene que responder conforme a como lo siente, aunque otros resistan menos, tú puedes soportar más y por ello debes hacerlo

Es curioso como la vida tiene la capacidad de poner en tu camino a algunas personas, de mantenerlas a tu lado o simplemente de hacerlas desaparecer un día, de alejarlas, pero todo esto es más complejo, porque cada individuo desarrolla un sendero, y hay que estar atento de marcar en tu mapa donde está para poder volver cuando lo necesites, porque sino se perderá y tan solo será un lugar por donde pasaste.
Son muchas las personas que creo que en mi corta existencia he conocido, pocas tienen la capacidad de acercarse y muchas menos de quedarse, pero aún así, son muchas las que después del tiempo aún siguen, no se si la vida o nosotros mismos, podremos hacer algo porque sigamos compartiendo pequeñas paradas en el camino donde coincidamos, lo que si se, es que disfruto día a día de todos aquellos que están ahí, que en mis imperfecciones, ven un lugar donde merece la pena parar a conversar.

Repito, no se lo que durará, pero se que en cada momento disfrutaré de los que están, de los que estuvieron y permanecen y no miraré atrás con nostalgia por los que no permanecen, sino que me sentiré feliz de haber tenido la suerte de compartir ese momento de mi vida con esas personas, que ahora siguen otro camino diferente, pero que si echan la vista atrás, ellos formaron parte de mi vida, al igual que yo de las suyas.

Reinventarse, significa adquirir algún nuevo complemento de ti mismo, donde aún se te pueda reconocer, no te olvides, que seguir siendo tú, significa eso mismo, ser tú mismo, no otro diferente.

sábado, 5 de octubre de 2013

TODO VA A IR BIEN

Me gustaría encontrar las palabras adecuadas para decirle a cada una de esas personas por las cuales siento algo, tener la repuesta a sus problemas, saber cual sería la solución para evitarles que dedicasen el tiempo que invertirán en solucionar como subirán el siguiente escalón,  para que dispusieran de más minutos y poder continuar viendo la vida con un prisa que tan solo filtrara los rayos de sol que los animaran, pero sin embargo no encuentro esas palabras, no soy ese escritor que tiene la respuesta a todo con una bonita frase hecha que encontró en sus años de lectura, procuro huir de palabras carentes de sentido y sentenciar con mis comentarios.

Encontrar las palabras que los tranasportarán a la paz que necesitan para poder encontrar la respuesta que anhelan y que yo no soy capaz de proporcionarles. No saber que puedes decir cuando caen edificios sin explicación, fachadas preciosas que han aguantado el paso del tiempo y que ahora no son más que escombros, ¿cómo reconstruir cientos de pedazos?.

Puede que no esconda el secreto de la fuente donde podrás atisbar alguna respuesta, ni tampoco soy la almohada sobre la que reposar el cansancio acumulado por la preocupación, ni mucho menos un hombro amplio donde apoyar la cabeza cuando creas que te va a estallar, pero puedo ofrecerte una mano que no te soltará, por mucho que tiren de ti, puedo darte un empujón cuando estés  a un paso de la meta o ser desagradable cuando necesites que te recuerde quien eres, pero lo que sobre todo puedo ser, es una sensación, la misma que percibes que te dice que todo va a salir bien.

jueves, 3 de octubre de 2013

Unos vienen y otros se van

En ocasiones no se si la marcha de una persona con la cual has compartido algo más que un saludo, en cada ocasión puede afectarme menos, quizás por eso, no me entrego al máximo, porque acepto que todo el mundo se marcha tarde o temprano de tu vida y otros vendrán o porque ya me estoy acostumbrando a que las personas vayan y vengan, fluctuando como pasajeros del aire.

Me gusta pensar que los que se quedan son los que merecen la pena, pero a veces no es cierto, otras se pierde aquello que no creías nunca perderías y te decepcionas como amigo, sin saber quien fue el responsable, sabiendo que buscar culpables no es lo importante, sino que ya no volverán las risas ni las miradas de complicidad.
En otras ocasiones, aquellos amigos del colegio, que crecieron contigo y que para bien o para mal, estuvieron ahí de la mejor manera que supieron ser para tí y sin los cuales no recuerdas una navidad sin ellos o un día de tu juventud que no compartieras. Terminas distanciado y aunque seguirán ahí, ya no es lo mismo, nada volverá a ser como antes, ya no tendrás las mismas conversaciones, ni te preocuparán las mismas cosas, porque crecer juntos es complicado, cuando creces a distinto ritmo.

Incluso aquellos momentos de televisión con tus padres o aquellos personajes con los que te identificabas de pequeño, ahora tan solo son otra recuerdo más, que te produce un ligero placer agridulce al recordarlo con gusto de haber vivido aquel momento, pero con la certeza de que no regresará jamás. Un ligero golpe al corazón que te presiona para que derrames una lágrima, pero que tan pronto consigues otra perspectiva, no puedes evitar sonreir por lo afortunado que fuiste.

Por otro lado, creo que la vida es demasiado corta, para perder a tanta gente por el camino y que algunos privilegiados pueden aguantar, que no importa el tiempo ni los años, porque aunque ya no seamos los mismos entre nosotros, nos convertimos en una nueva versión de nosotros mismos en cada ocasión, fortaleciendo nuestro vínculo con nuevos gustos en común y con algunas de las cosas que dejamos atrás, que nos unieron y continúa siendo nexo de unión.