¿Recuerdas cuándo tenías miedo?, ¿cuándo estabas asustado casi a diario?,
¿Aquellos días, que contener las lágrimas costaba más que cualquier otra cosa en el mundo?;
No temas si continúas igual, porque recuerda que todo lo que hayas pasado te ha acompañado en cada momento, y siempre has estado cerca de tí mismo, nunca te has fallado y si alguna vez ocurrió, te sirvió para volver a retomar las viejas costumbres.
Es normal tener miedo, todos lo tenemos cada día al levantarnos, cada decisión que tomamos, cada paso meditado, es un paso al vacio que nunca sabes cuando te hará precipitarte hasta un fondo cuyo final no podías imaginar, cuánto podrías equivocarte, pero incluso de eso aprenderás y saldrás adelante, no importa los quebraderos de cabezas que tengas que superar, los gritos que des en el silencio de la noche, las conversaciones que nunca tengas por temor a estropear lo que tienes, las veces que te enamores y seas rechazado, porque continuarás saliendo adelante.
No sientas dejar amigos atrás, porque por cada uno perdido habrás ganado dos más.
No te lamentes por seguir igual después de este tiempo, por continuar tomando Cola Cao cada mañana, por seguir agobiándote con las pruebas que te planteé la vida, por usar el mismo cojín para abrazarte cuando te sientas solo, porque algunas cosas nunca cambien, siempre permanezcan igual, porque habrás logrado lo más importante, ser tú mismo todo este tiempo.
El miedo no es tal, solo estaba en tu cabeza, podrás superar todo aquello que te propongas.
La soledad, no es verdad, fue la independencia que tú elegiste para sobrevivir.
La preocupación por los demás, espero que hayas cambiado eso, no acumules problemas que no podrás solucionar, tan solo aquellos que se crucen en tu camino.
Continúa escribiendo cada sentiemiento, cada palabra que recuerdes, porque no hay nadie que te pueda ayudar excepto tu yo pasado, el que hoy te está escribiendo estas palabras y que al igual que a ti, su yo pasado, siempre estuvo ahí con mejores o peores consejos, pero al pie del cañón dispuesto a empujarte. Cuando digas de mirar atrás y veas lo que hayas logrado por ti mismo, todo cobrará sentido;
¡Que si!, que el día que escribiste esto, fue un día de mierda, un día que pasó con más pena que gloria, pero ese día también estuviste ahí para sacarte a flote, así que ya sabes, si ese día pudiste, el resto son pan comido.
Ahh se me olvidaba, ¿te acuerdas de que a veces escribias de madrugada?, pues sigue haciéndolo, cuando llegues de fiesta, cuando termines de estudiar, cuando pienses que el mundo gira en la dirección contraria a la tuya, anclate al suelo con cada letra que escribas, con cada palabra a la cual dotes de significado, no permitas que el ruido de la gente consiga acallar tu pensamiento, no consientas que nada ni nadie se interponga entre tú y tus sueños, cambia de opinión tantas veces quieras en la vida, tu verdad es tan válida como la de cualquier otro, no lo dudes y sobre todo, nunca nunca des la razón sin antes haber peleado por ella.
Te dejo, compañero de viaje, amigo de fatigas, socio en los sueños, cómplice en amores y hermano de pensamiento, solo tú mismo podrás salvarte de ser salvado.
PD: recuerdos a Teo, ya estará mayor y algo menos revoltoso... espero; por cierto no te enfades demasiado con él cuando te rompa los auriculares morados que te regalaron en tu 25 cumpleaños, estaba jugando.
Un abrazo
El Miguel pasado