viernes, 16 de julio de 2021

El último abrazo sincero

 El último abrazo sincero que nos dimos, cada uno, ahora lo sé, por motivos muy diferentes; yo porque era el día más feliz de mi vida y tu, porque te estabas despidiendo, aunque creo que ninguno de los dos, lo supo con seguridad, cuál era el motivo exacto en aquel momento, solo que a modo de adiós, nos saludamos de aquella forma. 

Hoy se derrumbó una parte de mi vida, donde la amistad, su más profundo concepto, aquel que yo consideraba de nuevo un pilar, se vino abajo. Y entiéndeme, escribo estas palabras para no decirte las auténticas, porque necesito contarle a alguien, como de destrozado me siento, pero por primera vez, ese alguien, no puedes ser tú. 

Es una sensación tan horrible y amarga, que todo a mi alrededor sucede sin importancia para mi, sin fijarme en los detalles ni prestarles la más mínima atención. 

Aunque aún no se lo motivos exactos, ni creo que nunca los averigüe, no puedo evitar pensar que te fallé como amigo, que las circunstancias fuero Mas grandes que nosotros mismos, que nuestra amistad no pudo evitar esta envestida.

Siento una profunda angustia, de no saber que será de ti, sin mi; de mi sin ti y del nosotros. 

Algo se perdió y mucho me temo que así no lo recuperaremos. 

No pude aún derramar una lágrima, tan solo escribir para intentar ordenar mis pensamientos y sentimientos, que desde ayer has dinamitado, no a propósito, pero esta explosión dependía de mi, y dejé que se produjera.

Como en otros momentos saldremos adelante, pero esta vez no nos tendremos el uno al otro, y deberemos aprender a sobrevivir sin guárdanos las espaldas mutuamente. 

Hoy estoy más triste que desde aquel 16 de junio de 2015. Más apesadumbrado y con menos luz. Tengo que pensar en coger aire para ir acostumbrándome a que tu no me lo vas a poder seguir recordando. 

He de poner final a este pensamiento, aunque me temo que será el primero de muchos.