Ostia!. La vida empieza así, y pasas a respirar. Eso ya tiene que darnos una pista de lo que nos espera.
Empieza a dar tus primeros pasos, da igual que sea al andar u en otros aspectos, para poder hacerlo con seguridad, te darás otras cuantas ostias.
Esas son las que vienes de serie, el pack que te dan al nacer, el todo incluido del hotel de la vida.
Luego pasa algo precioso, pasas a un casino, muchas bolas rojas giran entorno a una ruleta, y una sola negra.
No vale de nada que no te guste jugar, entras en el juego igualmente.
Cada vez que la ruleta para, tu pendiente de que no caiga la negra en tu casilla, sino estás jodido.
Mientras todo esto sucede y tu vida está en juego, tienes que “aprender a disfrutar del juego”. Relacionándote con tus compañeros de mesa, estando atento a la ruleta, pero hablando con los que están en la misma situación que tú.  Sin obsesionarte, pero sin descuidar lo que importa.
Para cuando has aprendido a encontrar el equilibrio, el juego se ha acabado.
Aquí nadie gana la partida, todo depende de lo que aguantes jugando.

LA CRITICA-NOCHE DE ARREPENTIMIENTO

Ya te encontré a tí, estabas encima del escenario, esperando a que te descubriera,
no sabía, que me harías sentir así. Nunca imaginé, que podrías hacerme estar solo y a la vez, rodeado de gente.
Cada palabra, que te dije, aunque fingida, la saqué de muy adentro, donde alguna vez la guardé, para un día como hoy, amor mío, poder dotarte de emoción. Teatro, me diste tanto como me quitaste, creíste en mi tantas veces. Las mismas que yo dudé de mi mismo.

Pues bien, hay regalos que se reciben en navidad y otros, en forma de personas maravillosas.
A veces cuando falta la Fe, solo tengo que mirar a mi alrededor, para ver vuestros rostros, expectantes y sonrientes.
No negaré que tuve miedo, incluso, alguna pesadilla se escapó por ahí, pero, como un ciego camina con paso seguro, guiado por los que quieren ayudarlo, así comenzamos la andanza, hasta que poco a poco, vimos con nuestros ojos, lo que hasta el momento, solo se encontraba en nuestras mentes.

Nos vemos entre bambalinas.

TE DEMONICÉ

Te demonicé y con ello tan solo conseguí, quedarme tus miedos y fantasmas, yo que pensé, que podría utilizarlos para odiarte. Y así fue, pero el mantenerlos con vida en mi interior, hicieron de mi, un ser menos feliz y atento, tan solo porque te quería tanto, que fue la única forma, que se me ocurrió, para poder alejarme de ti y que doliese menos.
Hicimos la guerra, mientras firmábamos la paz una y otra vez, mientras intentábamos sacar una bandera blanca, donde tan solo había celos puntiagudos y palabras que utilizabamos para arañar el corazón, que dañado por el sufrimiento diario, resistía a duras penas, gracias a los periodos cortos de tregua, que tan solo eran unos días libres, para soportar la siguiente rellerta.

Hoy, cuando en la llanura donde se disputó la batalla, comienzan a florer los primeros brotes de amor, quedan aplastados, por los cientos de soldados, que buscan quedarse con uno de ellos. Y en su eterna búsqueda, pisan los brotes verdes, en lugar de andarse con cuidado. Y arrancan, aquellos que les gustan, varios a la vez, porque aún no comprendieron, que para que el amor florezca, en tierra yerma, no es preciso poseerlo, sino sentarse a su alrededor, a esperar y ver, como lo que era un simple brote, ahora se enreda en ti.