lunes, 30 de octubre de 2017

Tiempo y Espacio de Vida y Muerte

Quizás a esta mierda de reflexión ya llegó algún otro lumbreras, no te digo yo que no, incluso yo en más de una ocasión lo hice, pero  no me dio por reflejarlo tal cual.
Iba como un día cualquiera en el metro, con esos cascos para hacerme un poco más impermeable al mundo, en un bano intento por no contaminarme, ya no solo con los objetos que me rodean, sino con las personas que me envuelven. Lo cierto es que iba pensando en cómo el ser humano, puede llegar a ser tan mezquino y retorcido como para utilizar cualquier mentira, para conseguir sus fines.  No se dónde quedó eso de: "el fin no justifica los medios", pero al parecer, ese día estaba solo yo en la clase de bióetica y bueno mi grupo de amigos, la verdad, pero no llegabamos a superar los dedos de la mano ese día al parecer.
De repente una conversación ha llamado mi atención, no por el contenido a priori, más bien por lo estridente de la chica al hablar, con quien debiera ser su amiga, y decía lo enfadada que estaba porque su profesor la había suspendido injustamente (no tenía pinta precisamente de ser Einstein la chica, por el vocabulario con el que se expresaba), y en ese preciso momento, ha pasado una señora, que ya me sonaba de anteriores ocasiones, ésta estaba pidiendo, con la mirada algo perdida y arrastrando los pies por el vagón, en resumen, la chica exponía como estaba muriendo de cáncer y necesitaba dinero para poder vivir. A esta situación, se le ha sumado en la siguiente parada, una pareja, la cual ,se andaba liando, fruto del calentón de la revolución de las primeras semanas de conocerse, donde tan solo se piensa con eso de ahí abajo.
Y durante unos 30 segundos, han coincidido en tiempo y espacio, una chica cuyo problema sería el más grave del mundo por haber suspendido, una mujer muriéndose de cáncer, una pareja de amantes y yo, y la brutalidad de la imagen ha traspasado los auriculares, los timpanos y me ha perforado dentro, nadie se ha movido, nadie se ha inmutado, la indiferencia era plena, ninguno ha modificado su posición ni en lo más mínimo y en el segundo treinta y uno todos hemos seguido con nuestras vidas, sin la más influencia del otro, mínima repercusión y total impermeabilidad.
Creo que la humanidad está perdida y las minorías da igual de que categoría seán, están abocadas al fracaso, donde la empatía, la humanidad, la compasión, la compresión y otras cualidades repartidas entre pocos, se desvanecerán mientras nuestros teléfonos móviles tenga batería y nos permitan escuchar música para no quedarnos en silencio, porque entonces podremos oír los gritos de la vida, cuya llamada, nos puede destrozar de hacerle caso, ya que soporta más dolor y sufrimiento del que estés preparado para soportar.