viernes, 21 de mayo de 2021

Días de nada que lo son todo

 A veces la vida nos da un empujón y otro, y otro y ya te levantas y miras a tu alrededor porque lo primero que te viene a la cabeza es:"¿solo me empujan a mi?”. El ser humano es así, cree de manera inherente a sí, en la justicia, y espera de algún modo, que el que controla los empujones se dé cuenta de que los está repartiendo mal y entonces cambie y te dé un respiro. Y aquí vienen dos posiciones: esperamos a que ese ente reparta de manera coherente los empujones (lo cual ya os digo no pasará), o cuando estemos en pie, nos anclamos al suelo, miramos a algún lado (contamos con que el señor que reparte los mamporros es invisible, ¿vale?) y nos preparamos para el siguiente golpe, porque no nos engañemos, un empujón puede  ser casual pero varios seguidos, es una paliza y la única opción que tenemos, la única que nos queda,  es pelear, es levantarnos, porque unos reciben los golpes y otros, los que aprenden, los encajan. Se levantan sabiendo que vendrá un golpe, es inevitable esperarlo, la duda es: ¿de donde te vendrá esta vez?, no se sabe; pero lo que si podemos saber, es que vamos a estar preparados. 

El señor de los empujones, llamémoslo así, cuenta con un ejército, pero lo que no sabe, es que, donde él necesita un ejército para tumbarnos, nosotros nos bastamos nosotros mismos para levantarnos y encajar el siguiente, así que imaginaros lo que pasaría si probamos aprendiendo a encajar golpes hoy, para poder aguantar mañana. 

Tqm

martes, 4 de mayo de 2021

SANTI y MIGUEL

 Siempre imaginé, que pronunciaría unos votos como esos que se ven en las películas, pero entre hablar en público o escribir, me decanté por lo segundo. 

En primer lugar y si estás leyendo esto, muchas gracias por llegar a este día con nosotros, si estás, es porque desde luego no imaginamos celebrar esta boda sin tu presencia. Y en segundo lugar, espero que este escrito sea una sorpresa para Santiago, ya que como se encargo de supervisar que todo estuviera perfecto, es difícil sorprenderlo. 

Y es que esta boda, si las has seguido de cerca al final se ha convertido en un bodorrio, que de una firma, pasamos a todo este despliegue de medios, que en veinte días se gestó y gracias a muchas manos amigas, ha sido posible, y en especial gracias a Laura, Belén y Lucí, que lo hicieron posible. 

Ha sido un camino diferente, pero emocionante, donde no pude elegir mejor compañero de viaje, cabezón, no de proporciones, sino de espíritu, pero eso lo hace especial. Es la persona más generosa que existe, claro y protector con los suyos que haya conocido y yo comencé a ser parte de los suyos al poco de conocernos. Todo comenzó una noche de verano, donde en un escalón en una calle hablamos hasta que amaneció, sin darnos cuenta, sin percatarnos del sueño, y eso solo significaba una cosa, había que seguir investigando a este chico de camiseta de tirantes. 

Y así se sucedieron muchos viajes y momentos, entre ellos recuerdo el primero de muchos viajes a Escalona, estaba tan entusiasmado porque me gustase aquello y tan nervioso, que me pareció que me iba a secuestrar en lugar de llevarme a “su pueblo”, que para él, es como visitar su corazón.  Si te lleva a Escalona, es que estás en su corazón, esa es la verdad. 

Hablando de pueblos, muchas gracias a todos los que de mi pueblo de Bailén han hecho el gran esfuerzo por estar aquí, y lamento todos aquellos que no pudieron venir y que sé, que les encantaría haber podido acompañarnos. 

El cómo llegamos a este día, ni nosotros mismos lo sabemos, solo creo que cada momento sucede cuando debe y éste, estuvimos seguros de que tenía que ser ahora, con estado de alarma, toque de queda y reuniones de 6 personas.  Que atino tuvimos de ponerlo el día de antes de que acabase, pero hasta eso me parece romántico (seamos sinceros, o lo vemos así o por el lado, de vaya casualidad con la fecha). 

Hablando de fechas, les contaré una historia; en este día pero de hace 33 años, mis padres planearon su boda, pero por motivos personales, no pudo ser y fue aplazada. Espero que hoy se puedan desquitar de aquel día. Padres, si aquel día, no se pudo, era porque tenía que ser hoy. Gracias por todo el apoyo que nos dais, a 300 km somos más familia que nunca. 

Mis padres no son los únicos que nos han apoyado, mis suegros, me recibieron como a un hijo más, y aunque todos sabemos que Pepe hoy no está con nosotros aquí sentado, sé que está  y  es feliz de ver a su hijo seguir con su vida. Gracias Pepe por tanto. Y mi suegra, es estupenda, a sus taitantos tiene la mente más abierta que muchos de nosotros. 

Nuestros hermanos que recibieron la noticia con entusiasmo y que nos alentaron a seguir adelante. Gracias también a ellos. Haré especial mención al mío, porque aún lejos, siempre está cerca. 

Gracias a mis amigos porque me complementáis, ayudáis y tiráis de mi, obligándome a salir de la zona de confort más veces de las que yo lo haría (Maria, Maria, Fanny).  Gracias a todos los amigos de Santi, que aunque nos vimos poco, espero ser también vuestro amigo.

Para finalizar,  hacer una reflexión, no sé si os acordáis cuando erais adolescentes, de lo que era el amor o imaginábamos lo que podría ser, y sin embargo después  descubres, que poco se le parece, a lo que realmente es; es confianza, es complicidad, es diversión, es ayuda mutua, es ilusión, es sueños conjuntos, y son muchas cosas que dejan la palabra amor pequeña para todo lo que esconde. 

Solo decirte Santi que te quiero y siempre lo haré.